A mí este Siglo se me está haciendo Largo
El monologuista Luis Piedrahita se mantiene en el alto nivel al que nos tiene acostumbrados en este su sexto libro de humor.
Contenido:
El autor tiene una particular forma de ver las cosas. Una de las más desternillantes que uno se puede imaginar. Es capaz de sonsacar la carcajada del lector con cualquier situación u objeto de la vida cotidiana. Lo mismo le da que se trate de pajitas de refrescos que de trapos, betunes o museos. El humor más cercano se entremezcla con el más absurdo.
Opinión Personal:
Me ha gustado tanto como los anteriores. Inevitable reírse mientras se piensa en la voz del monologuista porque posee su inconfundible estilo.
En Resumidas Cuentas:
Imprescindible para los seguidores de Piedrahita o los monólogos en general. Y más aún si te gustaron los anteriores ejemplares porque mantiene el mismo estilo y capacidad de sorpresa.
– Lo bueno: su estilo es distinto a otros monologuistas. No sólo habla de objetos pequeños -su especialidad- sino también de situaciones de la vida cotidiana -los bancos, las salas de espera, etc. A excepción del monólogo sobre los topecillos de las bazas -interpretado en «El Club de la Comedia»-, todo el material es completamente nuevo.
– Lo malo: podría haber incluido un DVD con algunas de sus actuaciones. Algunos pueden echar en falta un cambio de estilo. En ocasiones, puede resultar demasiado absurdo o surrealista.


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